Sacroileitis
Bajo ese nombre tan raro se esconde una lesión que tal vez alguno haya tenido y no sabía qué era.
¿QUÉ ES LA SACROILEÍTIS?
La sacroileítis es una inflamación de la articulación sacroilíaca, es decir, la articulación entre el sacro y el hueso de la pelvis que se llama ilíaco. Tenemos dos articulaciones, una a cada lado del sacro, y esta inflamación puede producirse sólo en una o en las dos simultáneamente.
Estas articulaciones son la unión de la pelvis con la columna vertebral, y se estabilizan gracias a fuertes ligamentos que permiten poco movimiento del sacro, rotación anterior y posterior (nutación/contranutación).
La sacroileítis es difícil de diagnosticar mediante radiografía, ya que tarda en mostrarse. Mientras tanto, la articulación va irritándose y desgastándose.
CAUSAS DE LA SACROILEÍTIS
Las causas más comunes son:
- Traumatismo: un impacto directo, una caída que fuerce la movilidad de alguna de estas articulaciones, o incluso los microtraumatismos en algún entrenamiento deportivo forzado, que solicite mucho esa zona.
- Malas posturas: también influye mucho la estática de cada persona, las posiciones que adopta, y la forma que tiene de andar, sentarse, agacharse, etc.
- Artrosis/artritis: cuando el cartílago de la articulación de va desgastando y aparece una reacción inflamatoria.
- Embarazo: el peso que soportan las embarazadas en especial en los últimos meses de gestación, lo reciben las lumbares, arqueando más esa zona (aumenta la lordosis), lo que hace que el sacro tienda a rotar hacia delante, forzando las articulaciones sacroílíacas. Además los cambios hormonales afectan a los ligamentos, encargados de estabilizar estas articulaciones.
SÍNTOMAS DE LA SACROILEÍTIS
Los síntomas más comunes son dolor en la zona del sacro, que puede ir hacia glúteo, cadera y pelvis, y se intensifica al estar mucho rato de pie; pérdida de movilidad (muchas veces dada por el dolor que provocan estos movimientos), y contracturas musculares en los músculos cercanos, como por ejemplo los piramidales o piriformes.
TRATAMIENTO DE LA SACROILEÍTIS
El tratamiento desde el punto de vista de la fisioterapia consistiría en acelerar el proceso de curación, calmar el dolor, relajar la musculatura, reeducar los movimientos y fortalecer bien la zona una vez esté recuperada. Al principio es importante no forzar las articulaciones, no levantar pesos, y dejar unos días la práctica deportiva.
Progresivamente, una vez el dolor haya remitido, se retomarán las actividades normales. Hay que tener cuidado de no confiarse, ya que puede haber una fase de mejora y si solicitamos más esa zona tener una recaída.
Desde Zaragoza podemos ayudarte con el tratamiento de fisioterapia en nuestra consulta.
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