Rotura del tendón de Aquiles
En ocasiones, a causa de una contracción muscular brusca del gemelo/sóleo, que acaban en el tendón de Aquiles, o de un traumatismo sobre el tendón, éste puede romperse por completo, ya sea porque estaba previamente lesionado por microtraumatismos que produjeron una tendinosis o estando totalmente sano.
¿Cuál es el tendón de Aquiles?
El tendón de Aquiles es un tejido fibroso que une los músculos gemelos y sóleo al calcáneo, el hueso que forma el talón. El 75% de los casos de rotura se da en deportistas, especialmente en varones, siendo más común en personas adultas que hacen deporte como ocio y no calientan adecuadamente, y suele localizarse unos centímetros por encima de la inserción calcánea.
Síntomas de la rotura del tendón de Aquiles
Se manifiesta por un crujido o chasquido audible y dolor agudo, algunos lo describen como “una pedrada”. Tras la lesión se puede seguir caminando, aunque cojeando, ya que seremos incapaces de hacer flexión plantar o ponernos de puntillas y cambiará el apoyo. A continuación aparecerán otros síntomas como inflamación, hematoma y una depresión transversal a nivel del tendón, es decir, una pequeña zona hundida donde se ve la discontinuidad del tendón.
Tratamiento de la rotura del tendón de Aquiles
En los casos de rotura completa, el tratamiento debe ser precoz, y será quirúrgico, frecuentemente consiste en una sutura simple. Después habría que colocar un yeso durante 5-6 semanas, pudiendo apoyar el pie pasados unos 15 días.
Mientras se lleva el yeso debemos empezar ya con la rehabilitación, haciendo masaje circulatorio del muslo, fortaleciendo cuádriceps e isquiotibiales (músculos del muslo), también se trabajará con contracciones estáticas el tríceps (gemelos + sóleo) y los músculos plantares (de la planta del pie), moveremos los dedos del pie y cuando veamos conveniente empezaremos con la marcha con muletas.
Una vez que se ha quitado el yeso, normalmente el médico pone una cuña (alzas) en el talón para que el tendón no se estire demasiado. La altura de esta cuña se irá disminuyendo progresivamente durante los 2 meses siguientes, para que el tendón recupere su longitud habitual poco a poco. Mientras tanto, empezaremos con otro tipo de rehabilitación más específica:
- Masaje drenante de la pierna, y durante algún tiempo añadiremos también alguna contención elástica, tipo tobillera, calcetines compresivos…
- Masaje de la cicatriz y movilización de posibles adherencias
- Continuaremos con el trabajo muscular del muslo: cuádriceps, isquiotibiales, etc.
- Fortalecimiento muscular contra resistencia de los flexores dorsales (los músculos que mueven el tobillo llevando la punta del pie hacia arriba), haciendo un recorrido cada vez más amplio para que los gemelos y el sóleo se vayan estirando de manera progresiva.
- Electroterapia para recuperar la masa muscular y reclutar todas las fibras musculares y recuperar poco a poco la fuerza de los gemelos y sóleo.
- Fortalecimiento muscular progresivo de gemelos y sóleo.
Pasados los 3 meses de recuperación, haremos ejercicios de propiocepción (equilibrios), andaremos sobre distintos terrenos y dependiendo de la evolución que haya llevado, pasados unos 6 meses después de la lesión se empezará con los esfuerzos y la práctica deportiva.
Así que ya veis, si os ocurriera esto, es una recuperación lenta y progresiva, en la que hay que tener bastante paciencia y perseverancia.
Si estás en Zaragoza y necesitas este tipo de tratamiento, en Fisioterapia Eva Tello Cadarso podemos ayudarte.
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