Epicondilitis
¿Qué es la epicondilitis o codo de tenista?
La epicondilitis o, más comúnmente conocida como “codo de tenista” es muy común dentro del mundo deportivo. Especialmente aparece con la práctica de deportes como el tenis, pádel, squash… En definitiva, cualquier deporte de raqueta. No obstante, también puede aparecer por una patología traumática pura, por caída o un golpe directo sobre el codo, como puede ocurrir en deportes de contacto.
También hay determinados trabajos que pueden favorecer su aparición, si requieren movimientos repetitivos o microtraumatismos reiterados, como por ejemplo vibraciones.
La epicondilitis se caracteriza por dolor en la zona externa del codo, sobre el epicóndilo, una zona ósea prominente que forma parte del húmero, en su zona más distal.
Causas de la epicondilitis
Esta lesión está provocada por movimientos repetitivos de extensión de muñeca y supinación del antebrazo (giro de antebrazo para que quede la palma de la mano hacia arriba). Esto hace que se produzca un sobreagotamiento de los músculos del antebrazo que se insertan en esa zona del codo, dando lugar a microroturas a nivel del tendón de determinados músculos, como por ejemplo el extensor radial corto del carpo o segundo radial.
A su vez, el periostio (la capa que recubre el hueso) se inflama en la zona de inserción, e incluso sufre pequeños arrancamientos por esas contracciones repetidas de los músculos del antebrazo.
Síntomas de la epicondilitis
Los síntomas que aparecen son dolor en la zona externa del codo, que aumenta progresivamente y se irradia por el antebrazo hacia el dorso de la mano, y se acentúa al hacer pronosupinación (girar el antebrazo a un lado y a otro) y extender la muñeca, al coger con la mano cosas que pesen ligeramente, y al palpar la zona del tendón y los músculos implicados.
Tratamiento para la epicondilitis
Para empezar, el tratamiento consistiría en guardar reposo, pero de una manera relativa, es decir, evitando los gestos que producen dolor y, si la causa fuera el deporte, dejándolo durante al menos 2-3 semanas.
Empezaremos también con el tratamiento de fisioterapia, haciendo masaje para relajar los músculos del antebrazo y disminuir la tensión que llega al tendón y a la inserción, y cyriax (masaje transverso profundo) en la zona del tendón para estimular su recuperación. Utilizaremos otras técnicas de rehabilitación como ultrasonidos, electroterapia, agujas, etc. Y sería conveniente poner hielo para controlar la inflamación, en caso de que esté en esa fase. En Zaragoza podemos ayudarte en mi centro de fisioterapia.
Si fuera necesario, se puede recurrir a alguna contención flexible, tipo vendaje o kinesiotape. Y debemos hacer estiramientos de los músculos del antebrazo, y cuando desaparezca el dolor, empezar con ejercicios progresivos de fortalecimiento, de manera que equilibremos la fuerza de los flexores y extensores de muñeca.
Por último, debemos observar cuál es la posible causa de la aparición de la lesión. Si fue por un traumatismo, simplemente hay que recuperarse, si se debiera a un mal gesto al usar la raqueta o un mal hábito en el trabajo, habría que corregirlo.
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