Cervicalgia
El término “cervicalgia” es muy amplio, hace referencia simplemente al dolor en la zona cervical de la columna. Las causas que pueden producirla sin embargo son varias.
¿Qué es la cervicalgia?
La cervicalgia es dolor en la zona posterior o postero-lateral del cuello. Suele ser de origen óseo, articular y muscular. Puede deberse a la aparición de artrosis, a algún desequilibrio estático y muscular, a traumatismos o verse afectado por factores psicoemotivos.
TORTÍCOLIS
La cervicalgia aguda es lo que llamamos tortícolis. Es resultado de una fuerte contractura muscular en la zona del cuello, provocando mucho dolor e incapacidad para girar el cuello con normalidad. Suele aparecer de manera brusca, bien al hacer un determinado gesto y notar un “latigazo”, o al levantarse por la mañana y ver que ya no se puede mover el cuello con normalidad, seguramente debido a una mala postura mantenida durante la noche.
Esto suele ocurrir en casos en que la musculatura ya partía de una tensión acumulada. Puede ser por malas posturas durante el día, movimientos repetitivos en el trabajo, estrés o fatiga mantenida, etc. Aquí hay que considerar los aspectos psicoemotivos, muchas veces, somatizamos nuestras preocupaciones en la zona del cuello-hombros.
Lo mejor es acudir al fisioterapeuta lo antes posible, para empezar a relajar la musculatura y acelerar el proceso de recuperación. El tratamiento sería el mismo que para las contracturas (véase artículo sobre contracturas musculares), aunque al tratarse de una fase muy aguda, a veces hay que empezar más suave para evitar producir un gran dolor. Como base: calor + masaje + estiramientos. Y además, no dejar de mover el cuello, es preferible intentar ir moviendo dentro de lo posible hasta el punto de dolor. El collarín sólo es recomendable en casos puntuales en los que tenemos que aguantar haciendo algo y el dolor nos lo impide.
LATIGAZO CERVICAL
Otro de los motivos de que aparezca cervicalgia son los traumatismos como hemos dicho antes. El más común es el “latigazo cervical”, ocasionado por un choque posterior en el coche, en el que la cabeza avanza hacia delante por el impacto y a continuación vuelve hacia atrás de manera brusca.
En algunos casos puede aparecer un esguince cervical, ya que se lesionan ligamentos que estabilizan esta zona de la columna. Muchas veces, al sufrir estos movimientos bruscos, la musculatura del cuello se contrae de manera exagerada, provocando contracturas muy fuertes que pueden llegar a modificar la forma de la curva fisiológica de la columna cervical.
Lo normal es que esta zona tenga una ligera lordosis, es decir, que sea ligeramente cóncava. En muchos casos, cuando se hacen radiografías tras el accidente, se ve que esta curva ha desaparecido o incluso se ha invertido, produciendo una rectificación cervical.
DESEQUILIBRIO CONGÉNITO DE LA CURVATURA CERVICAL
En otros casos, esta forma anómala de la curvatura cervical viene de serie, es decir, hay gente que tiene un desequilibrio estático y muscular, lo que hace que la columna no cumpla su función de amortiguación al completo, y la musculatura tenga que trabajar más de la cuenta y, por tanto, tenga más disposición para sufrir cervicalgia.
En este caso, habría que ser constante con un mantenimiento. Hacer ejercicios para fortalecer la musculatura cervical, estirar a menudo y acudir al fisio de manera habitual.
ARTROSIS
Los casos de artrosis son los más complicados, ya que se trata de una patología degenerativa. Puede aparecer artrosis sin sintomatología, pero en los casos en que aparece, suele ser crónica. El tratamiento sería sobre todo para calmar el dolor, además de intentar hacer ejercicios y estiramientos, masajes, etc. De esta manera, el cuello se encontrará en mejores condiciones y frenará el avance de la artrosis, haciendo que disminuya el dolor.
HERNIAS DISCALES
Por último, hablaré de los casos de hernias discales, en decir, algún disco intervertebral se lesiona y el núcleo sale al exterior, presionando alguna raíz nerviosa. La sintomatología es más exagerada, aparecen síntomas como dolor muy agudo, adormecimiento, calambres, falta de fuerza en los brazos, etc.
En estos casos, lo primero que hay que hacer es acudir al médico. Este mandará hacer pruebas diagnósticas como radiografías y resonancia para ver qué disco es el que está afectado y valorar el tratamiento.
Como veis, hay muchas causas que producen dolor cervical. Si lo padeces, lo mejor es acudir a un especialista y empezar a ponerle solución, ya que lo que empieza siendo una leve molestia puede acabar siendo un dolor crónico.
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