Fractura quinto metatarsiano

La fractura de la base del 5º metatarsiano es una lesión que se da bastante en el mundo deportivo, y tal vez el fútbol sea el que ocupe el primer puesto. Este hueso se encuentra en el pie, es el que continúa en la parte externa con el 5º dedo.

Tipos de fractura del quinto metatarsiano

Hay distintos tipos de fractura, siendo las más comunes las dos primeras:

  • fractura 5 metatarsianoFractura por avulsión: ocurre cuando nos torcemos el tobillo metiendo el pie para dentro. A veces puede confundirse con un esguince porque la manera de hacérselo es la misma, pero en este caso lo que ocurre es que la zona de hueso que está unida a un tendón o ligamento es arrancada.
  • Fractura de Jones: suele verse en deportistas, ya que es una fractura por esfuerzo, ya sea por el uso repetitivo o por un traumatismo. Tiene lugar en una zona concreta del hueso que recibe menos sangre, por lo que es más propensa a lesionarse.
  • Fractura en la diáfisis media: el hueso se fractura en la zona media, normalmente por un trauma o torcedura.
  • Fractura de la cabeza o cuello del metatarsiano: menos común

Causas de la fractura del quinto metatarsiano

Pueden tener lugar en un accidente puntual, por agravación de una lesión previa, como por ejemplo una pequeña fisura, o lo más normal, que esté relacionado con un apoyo plantar alterado, que puede venir de serie, o por la forma del calzado que se utiliza para jugar. Por eso es muy importante asegurarse de que las zapatillas son las adecuadas, y si se detectan problemas, lo más aconsejable es analizarse la pisada y si es necesario utilizar plantillas.

Síntomas de la fractura del quinto metatarsiano

En el momento de la fractura se nota dolor agudo, a veces con chasquido incluido, en el momento de hacer una torsión del pie. A continuación se inflama, hay dificultad para caminar y, en ocasiones, aparece también hematoma. En las radiografías se verá la zona de fractura.

Tratamiento de la fractura del quinto metatarsiano

Siempre que sea posible, recurriremos al tratamiento conservador en vez de al quirúrgico. Éste consistirá en un primer momento en aplicar hielo en la zona para controlar la inflamación, evitar el apoyo del pie y mantenerlo en alto.

En muchos casos se recurre a la inmovilización mediante yeso para que el hueso se consolide, aunque existe otra vertiente que prefiere evitar los efectos secundarios de la inmovilización, como la atrofia muscular, la rigidez articular, etc. En este caso, se pondría una plantilla totalmente rígida para evitar la movilidad de la fractura, y cuando el dolor lo permita, empezar con el apoyo del pie aunque el hueso no esté todavía consolidado. De esta manera, podremos seguir aplicando hielo en la zona durante los primeros días, 15-20 minutos cada 3 horas, y empezar con alguna sesión de fisioterapia para que la calidad de los tejidos quede lo mejor posible.

Una vez el hueso se haya soldado, empezaremos a hacer ejercicios específicos para ganar la musculatura que se haya podido perder, normalizar la marcha y prepararse para la vuelta a la actividad.

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Fractura de peroné

La fractura del peroné es una lesión muy común dentro del mundo deportivo y en especial los deportes de contacto, pero no exclusiva de ellos, ya que también tienen lugar en accidentes de la vida diaria, por lo que hoy hablaré de ella para que descubráis algo más sobre ella.

Causas de la fractura de peroné

 

Siempre que hay una lesión de tobillo deberían hacer radiografías para descartar esta posible lesión, ya que los signos iniciales nos pueden dar lugar a confusión. Aunque el traumatismo que se sufra no sea exagerado, puede aparecer una fractura, o en accidentes que parecen muy agresivos, acabar simplemente con un esguince. De modo que ante la duda, mejor asegurarse y hacer pruebas radiológicas.Rx fractura peroné

Tipos de fractura de peroné

Dentro de las fracturas de peroné encontramos distintos tipos, según el nivel al que se fractura y los ligamentos que se lesionan como consecuencia de la subluxación. Las más comunes suelen ser en el tercio medio o distal del peroné, en especial las del maléolo (la zona ósea que sobresale en la parte externa del tobillo).

Síntomas de la fractura de peroné

Los síntomas que aparecen tras la lesión son:

  • Dolor espontáneo muy intenso, que aumenta con el movimiento o hacer mención de caminar, y a la presión en la zona de lesión.
  • Inflamación en el momento, que va aumentando progresivamente.
  • Equimosis (o hematoma) en la zona, que aparece al rato.

Ya veis que son muy similares a los de un esguince, de ahí la dificultad de diagnóstico en un primer momento. Si la fractura fuese con desplazamiento podría notarse incluso un pequeño escalón.

Tratamiento de la fractura de peroné

El tratamiento será ortopédico o quirúrgico dependiendo de la dimensión de la lesión, y sobre todo de si ha habido desplazamiento. Siempre que la recuperación sea posible con el tratamiento ortopédico (yeso) es la mejor opción antes de llegar a quirófano.

Si la fractura es sin desplazamiento, se pondrá escayola durante algunas semanas (dependerá de cada caso, pero oscila entre 6-8 semanas), y después se procederá a la rehabilitación. Mientras tanto, habrá que hacer ejercicios para no perder demasiada masa muscular y facilitar la posterior recuperación, como contracciones isométricas de los músculos de la pierna.

En caso de que haya desplazamiento, si es posible se reducirá ortopédicamente, es decir, se intentará colocar manualmente el hueso en su sitio haciendo unas determinadas tracciones y presiones sobre los huesos de la pierna. Tras ello, se realizarán nuevas radiografías para comprobar que el hueso ha quedado en su sitio. Si así fuera, se procedería a poner escayola y seguir como en el caso anterior. Si por el contrario el resultado no fuera satisfactorio, habría que valorar si es necesaria la cirugía.

Hay casos en los que las fracturas son irreductibles y no hay más remedio que operar. En muchas ocasiones es necesario poner clavos o placas para mantener el hueso bien unido. Una vez que se ha formado el callo óseo, se valorará si es preferible quitar los clavos/placas, o dejarlos.

La fisioterapia será necesaria una vez se haya consolidado el hueso para recuperar los tejidos blandos que se han visto afectados por causa de la lesión y empezar un entrenamiento controlado para volver a conseguir la masa muscular de manera segura, y acelerar así el proceso de curación. En la rehabilitación se tratarán los ligamentos, la rigidez articular por la inmovilización, control del edema y el dolor, recuperación de la estabilidad articular, etc.

En mi centro de Fisioterapia en Zaragoza llegan muchos casos, y la recuperación suele ser muy buena, consiguiendo la curación completa sin secuelas.

 

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