Rotura de fibras
Hoy voy a hablaros de otra lesión muy común dentro del mundo deportivo, la rotura de fibras. En el fútbol, los músculos más afectados suelen ser el recto anterior del cuádriceps, los isquiotibiales, gemelos, sóleo y aductor largo.
Causas de las roturas de fibras
Suele tener lugar cuando se solicita al músculo por encima de sus capacidades, por ejemplo en paradas bruscas, aceleraciones rápidas, golpear el balón, etc. También puede aparecer tras una contusión o por un desequilibrio entre la musculatura extensora (cuádriceps) y flexora (isquiotibiales) de la rodilla, y muchas veces va asociada a una contractura muscular.
Tipos de roturas de fibras
La gravedad de la lesión dependerá del número de fibras musculares que se rompan, por lo general distinguimos 3 grados:
- Grado I: solo se rompen algunas pequeñas fibrillas, puede aparecer un pequeño hematoma, pero la lesión no se llega a apreciar en una ecografía. Aparece dolor en el momento de la lesión, desaparece en reposo, pero aparece al contraer o estirar el músculo.
- Grado II: se rompen más fibras musculares, y de mayor tamaño. Se trata de una rotura parcial, en la que aparece un hematoma. Dependiendo de la amplitud de la zona afectada, puede verse una zona hundida en el músculo, al que llamamos “hachazo muscular”.
- Grado III: se trata de una rotura muscular total, cuyo tratamiento es quirúrgico.
Síntomas de las roturas de fibras
En el momento de la lesión suele notarse un dolor agudo, algunos lo describen como un tirón, otros como una pedrada… Normalmente incapacita para seguir jugando. A la palpación se notará dolor en la zona lesionada.
Tratamiento de las roturas de fibras
Respecto al tratamiento, lo ideal sería aplicar hielo justo después de lesionarse, y poner un vendaje los primeros días. Al tratarse de una lesión de tejidos blandos, hay que hacer reposo para dejar que ésta cicatrice, durante al menos 2 o 3 semanas (dependerá del grado de lesión), sino corremos el riesgo de empeorarlo. En roturas fibrilares importantes, el cese de la actividad puede alargarse varios meses.
En este tiempo de reposo, iremos añadiendo ejercicios progresivos a la vez que se reciben sesiones de fisioterapia para acelerar el proceso de curación, y que las fibras musculares queden con la mayor calidad posible. Empezaremos con contracciones isométricas (sin mover, solo contraer), estiramiento de forma lenta y progresiva sin dolor, etc. La vuelta a la actividad física será siempre progresiva, dependiendo de las sensaciones que se tengan conforme se va solicitando el músculo.
¿Cómo prevenir las roturas de fibras?
Para prevenir este tipo de lesión y evitar recidivas, es muy importante calentar antes de iniciar la actividad. Con el calentamiento conseguimos aumentar la temperatura del músculo y que éste sea más elástico. Y al terminar de jugar, siempre hay que estirar, para evitar sobrecargas musculares y mejorar la función muscular, además de ser más flexibles.
Además, en los entrenamientos sería aconsejable trabajar la fuerza muscular para conseguir que los músculos trabajen de manera coordinada, contrayendo el mayor número de fibras musculares a la vez.
Y por último comentaré la importancia de la alimentación. Los músculos necesitan estar bien hidratados, por lo que hay que beber mucha agua, y comer hidratos de carbono (pasta, arroz, etc) para que no dar lugar a la fatiga muscular.
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