Fractura de clavícula
La clavícula es un hueso largo que une el tronco con la parte superior del brazo. Un extremo se une con el esternón y la otra con el acromion, una parte del omóplato.
A parte de unir distintas partes del cuerpo, se encarga de proteger distintas estructuras, como los pulmones, nervios y vasos sanguíneos. Por eso, hay que tener especial cuidado con las fracturas de este hueso, ya que si se astilla y queda afilado, puede dañar alguna de estas estructuras tan cercanas.
Causas de la fractura de clavícula
La fractura de clavícula es bastante frecuente en deportistas, se deben en general a una caída sobre el hombro o a un golpe directo. Es muy normal que sean fracturas con desplazamiento, debido a la tracción de los músculos. Asimismo, el peso del brazo puede producir un cabalgamiento de las dos partes y, a veces, una cierta angulación.
Síntomas de la fractura de clavícula
Los principales síntomas que aparecen son:
- Dolor, a veces muy intenso, que imposibilita elevar el brazo
- Se queda el hombro algo caído, hacia abajo y hacia delante
- Bultos o deformidades en la zona de fractura
- Dolor a la palpación e inflamación en la zona afectada
- Puede sentirse sensación de debilidad, hormigueo o adormecimiento en en hombro y brazo del lado de la lesión.
Tratamiento de la fractura de clavícula
Lo primero que hay que hacer, es acudir al médico para que te hagan una radiografía, y determinar si existe o no fractura ósea, y el estado en que ha quedado.
Dependiendo de la zona de fractura y del desplazamiento que haya entre los dos fragmentos, el tratamiento será ortopédico o quirúrgico.
En el caso de que puede solucionarse ortopédicamente, se pondrá un cabestrillo, un vendaje en ocho o incluso una férula, manteniendo el brazo inmovilizado durante 5 semanas aproximadamente.
Durante el periodo de inmovilización, ya sea por tratamiento ortopédico, o tras la intervención quirúrgica, habría que empezar de manera precoz el tratamiento de fisioterapia, desde el segundo o tercer día. Este consistiría en aplicar hielo, dar masajes en brazo, hombro, cuello y zona alta de la espalda, por supuesto sin tocar la zona de la clavícula, y fijando el omóplato y la clavícula, empezar a hacer pequeños movimientos activo-pasivos de rotación de brazo, antepulsión y retropulsión (llevar el hombro hacia delante y hacia atrás), y contracciones suaves y sin movimiento del deltoides, los flexores y extensores del brazo. Además tendríamos que controlar que se mantenga una buena posición.
Después de la inmovilización, se pasaría a otra fase de tratamiento, en la que aplicaríamos calor antes de empezar con las movilizaciones para preparar los tejidos, y haremos movilizaciones progresivas de todas las articulaciones cercanas (art. escapulohumeral, escapulotorácica, esternoacromioclavicular), y empezaremos con ejercicios de balanceo y en suspensión. Además de ir haciendo un trabajo de fortalecimiento muscular progresivo, primero analítico y después global, de toda la cintura escapular, espalda, cuello y brazo.
Y si se ha tenido una buena evolución, se estará listo para volver al deporte sin problemas, eso sí, ¡con precaución!
Toda la rehabilitación la podemos llevar a cabo en nuestro centro de fisioterapia en Zaragoza.
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