Yoga para principiantes
Nunca has hecho Yoga pero has oído hablar sobre sus múltiples beneficios. Si lo estás dudando te diré…
Nunca es tarde para empezar
La gran ventaja del Yoga es que tiene una amplia variedad de estilos que se adaptan a las necesidades de cada persona.
¿Qué buscas en el Yoga?
Antes de apuntarte a Yoga lo primero que debes hacer es saber qué esperas conseguir con la práctica regular: espiritualidad, dinamismo, un momento de relajación…
Una vez hayas definido tu objetivo, aquí tienes una pequeña ayuda para saber qué estilo de Yoga elegir e iniciarte en este mundo tan gratificante.
Yoga más pasivo y tranquilo
Si vives una vida estresante y lo que buscas es calmar tu mente, o sientes tu cuerpo rígido y poco elástico, tal vez deberías buscar un estilo como el Yin Yoga o restaurativo, basado en posturas de estiramiento mantenidas durante varios minutos para dar tiempo a conseguir elasticidad en los tejidos y músculos. Además de hacer ejercicios de Pranayama (respiraciones), meditaciones y relajación, que se incluyen en todos los estilos de Yoga.
Yoga tranquilo
Si buscas esa paz mental pero además quieres tonificar tu musculatura, conseguir buenos alineamientos del cuerpo para mejorar tu postura e introducir algo más de movimiento, el estilo que puede encajar es el Hatha Yoga. Es un estilo en el que se realizan asanas (posturas) y se mantienen durante varias respiraciones con un ritmo lento y tranquilo.
Yoga dinámico
Si lo que te llama la atención es una mayor exigencia física, conseguir mantener asanas que implican una cierta fuerza, elasticidad y control mental y corporal, los estilos que más te van a gustar pueden ser Vinyasa, Power Vinyasa, Prana Flow o Ashtanga. En esta práctica se realizan posturas de equilibrio sobre pies o manos, invertidas que favorecen nuestro equilibrio energético y el ritmo es más dinámico.
Todos los estilos tienen algo en común
Sea cual sea el estilo que elijas o si prefieres combinar varios de ellos, hay algo que todos los estilos tienes en común:
- Fijar nuestra atención en la práctica
- Controlar la respiración
- Conseguir una cierta elasticidad mejorando también nuestro rango articular, incluyendo la columna vertebral
- Aprender a controlar la mente.
Todo esto nos lleva a aumentar nuestro bienestar.
Me encanta ver la cara con la que salen mis alumnos de las clases, irradian bienestar, tranquilidad… aunque la clase haya sido exigente, esa es la sensación con la que la gente se va a su casa.
Sea cual sea tu motivación para empezar, piensa que todos hemos tenido un primer día y la tarea del profesor es adaptar la práctica al nivel y condición de cada alumno. Partiendo de ahí, verás como tanto tu cuerpo como tu mente evolucionan. Y en algunos casos, el Yoga acaba convirtiéndose en un modo de vida.